Montse Costa; una vida por las dos ruedas


Montserrat Costa es una joven piloto de imagen frágil y dulce, nacida en 1995. Ella misma cuenta que su primer contacto con una moto fue a los tres años, al mismo tiempo que montó por primera vez una bici. Su amor por las dos ruedas le viene inculcado por su padre, que practicaba Motocross.

 

A los once años es cuando empieza a tomarse el mundillo del motor más en serio, empezando por participar en los Campeonatos de Catalunya de Supermotard de 85cc y luego en la Copa Malossi de SM 80cc. En los años 2008 y 2009 compitió en los Campeonatos de Catalunya de Supermotard de 85cc y luego en la Copa Malossi de SM 80cc. A partir de 2010 comenzó con su andadura en el CEV.

 

En la que fuera su primera entrevista, la joven piloto contaba que en su primera carrera en competición oficial, se sintió tremendamente nerviosa, pues antes de correr en circuitos había practicado Motocross y la diferencia era abismal. Como anécdota, añadir que en esta primera carrera se fue al suelo nada más empezar.

 

Montse es realista en cuanto al panorama machista en el mundo de las motos, pues según ella a las niñas se las educa para otras cosas que no son el deporte, mientras que es a los niños a los que les inculcan estos valores. La joven agradece haber tenido el apoyo de su padre en este tema para poder disfrutar de algo que realmente le gusta.

 

Es una chica de ideas fijas, claras, y de propósitos muy definidos. Afirma que no tiene un piloto preferido, pues no quiere parecerse a nadie. Quiere ser ella misma, sin aspirar a ser como ninguna otra persona.

 

Decidida y llena de ganas, Montse compite en el CEV desde 2010, dando pasos siempre adelante. Cuando se le pregunta que hasta dónde quiere llegar, su respuesta suele ser parecida a “lo más arriba posible”, demostrando así sus ganas y afán por superarse en un mundo que, desgraciadamente, hoy en día sigue dominado por los hombres.

 

Por Olga Arévalo