Amparo Ausina, la historia de una vida


Si pensamos en una piloto con una historia realmente especial, enseguida hay un nombre que se nos viene a la cabeza: Amparo Ausina.

 

Nacida en Denia en el año 1968,esta piloto con una gran pasión por la bici pasó 7 años compitiendo en BTT, ganó 3 veces el campeonato de la Comunidad Valenciana de descenso y dos veces el de Rally. También participó en el campeonato de España de raids en enduro, consiguiendo terminar todas las carreras.

 

Gracias a este último campeonato, el equipo correos se fijó en ella y por fin pudo cumplir su objetivo de participar en el Dakar tras 2 años de preparación.

 

Dos semanas antes de empezar la carrera, consciente de las dificultades y contratiempos que se iba a encontrar, hizo una promesa: si lograba llegar al lago Retba (donde finalizaba el Dakar) se casaría con su novio, José Doménech.

 

Y así, a sus 37 años y con su Yamaha amarilla número 156, se adentró en una nueva aventura y con una gran promesa que cumplir si lograba su objetivo. En su camino, Amparo se encontró muchos obstáculos: desde la retirada de sus dos compañeros de equipo José Linares y Alex Pérez, a tener que dormir únicamente un par de horas o quedarse sin carburante. A todo esto, cabe añadir que la piloto tuvo que enfrentarse a uno de los Dakar más trágicos de la historia, ya que en él, murieron un amigo suyo (El Carni) y un ídolo para muchos (Meoni) lo que originó una bajada importante de moral y el replanteamiento de si continuar tenia realmente sentido.

 

Pero tras superar todo esto, siendo consciente que estaba consiguiendo hacerse hueco en una carrera para hombres y haciendo frente a algunos comentarios machistas que tanto le había afectado, consiguió llegar al lago Retba proclamándose así la primera mujer española en terminar el Dakar. Sin embargo no fue la primera mujer, ya que la Francesa Ludivine Puy consiguió entrar en la posición número 97, mientras que Amparo finalizó en el puesto 102.

 

104 horas 51 minutos y 25 segundos fue el tiempo en el que esta piloto logró alcanzar su meta enfrentándose a toda clase de problemas y contratiempos, pero también le quedaba una promesa por cumplir. Para su sorpresa, sus amigos y familiares ya habían organizado el enlace para el día siguiente de su llegada. Tras esta experiencia, volvió a su entrenamiento para continuar en el campeonato de raids. Respecto al Dakar, asegura que volvería a participar si encontrara ayuda de un spónsor.

 

Actualmente, regenta una tienda de bicis en su ciudad, Denia, junto a su marido.

 

Por Sara Sarrión.