Ingrid Cornet: Con dar gas no es suficiente


Ingrid Cornet es una piloto catalana de 32 años de edad que, aunque no tuvo claro desde niña que su sueño era llegar a ser piloto de motos, a sus dieciséis años le cambiaron los planes. Después de un año montando por diversión, le propusieron correr profesionalmente. Ella no se lo pensó dos veces y aceptó la oferta. Según cuenta la propia Ingrid, durante su primera temporada se ayudó de sus amigos, los cuales la acompañaron en esta nueva aventura para ella, haciéndole de managers y mecánicos.

 

Ingrid en un principió optó por competir a la ''antigua''. Armada con una auto-caravana y sus amigos más allegados como equipo de mecánicos, mientras que sus compañeros llevaban trailers y grandes equipos. Aun así, puntuó, quedando por delante de algunos de los que tenían más medios. Desafortunadamente, según nos cuenta ella misma, desde que rompió motor, la moto no volvió a ser la misma y eso le hizo apartarse de los circuitos.

 

Según cuenta la piloto, aunque cada vez menos, sigue habiendo discriminación en este deporte considerado antiguamente como únicamente de hombres. También nos comenta que en varios momentos de su carrera la han mirado raro por ser mujer y subir a una moto como ella lo hacía, subestimando sus capacidades únicamente por su género.

 

Ingrid ha sido una de las pilotos de motos más reconocida del panorama nacional con su amplio palmarés en el que constan títulos como el Subcampeonato de España en la categoría de Supersport y una fantástica quinta posición en el European Women’s. Entre otros muchos en los que también ha participado, como las 24 horas de Montmeló, Campeonato Mediterráneo de Velocidad, resistencia scooter Vic, Copa Féminas, CEV(Campeonato Español de Velocidad). Sin embargo, hoy en día, la joven catalana tanto por su situación tanto económica como laboral se encuentra apartada de los circuitos aunque según confiesa ella misma, si se le diera la oportunidad de volver a no se lo pensaría dos veces y volvería a subir a la moto. Aunque pero para ello necesitaría bastante dinero y poder compaginarlo con el trabajo.

 

Por Sara Montoro.