Pilotar en mojado, por Marc Márquez

El piloto Repsol analiza las características específicas para pilotar en caso de lluvia

 

 

El Mundial de Motociclismo ha vivido momentos en los que la lluvia ha tomado su parte de protagonismo, tal y como sucedió en la temporada 2000, cuando venció Kenny Roberts Junior y prácticamente llovió en cada Gran Premio. Además, el Mundial visita países como Inglaterra, Holanda, Malasia o Japón, entre otros, donde la incertidumbre meteorológica acecha durante los tres días de pruebas y carreras. La aparición de la lluvia es siempre una variable que afecta notablemente el devenir de muchas carreras, y hay muchas medidas que, como analiza Marc Márquez, permiten afrontar el pilotaje en mojado con mayores garantías para no terminar por los suelos. 

 

 

En un día de lluvia, la puesta a punto de la moto cambia completamente, empezando por el motor. Como Márquez indica, “se ajusta una carburación más grasa de lo habitual para lograr una respuesta al acelerador menos brusca y agresiva de lo habitual, puesto que en mojado es más fácil que la rueda trasera derrape. Además, para lograr la temperatura óptima de funcionamiento del motor -que es de unos 60ºC-, se vigila de cerca el funcionamiento del radiador”.

 

 

En caso de temperaturas bajas, trucos a veces rudimentarios pero muy útiles permiten alcanzar esa franja idónea. “Los mecánicos utilizan cinta americana para tapar la entrada de aire al radiador y evitar que el motor se enfríe demasiado”. Otro truco es que para permitir que el propio piloto pueda regular la temperatura sin necesidad de parar en boxes, “una de las cintas va fijada con un tirador, sujeto en el amortiguador de dirección, que puedo estirar en marcha”.

 

 

En el apartado de las suspensiones, también se busca dulcificar las reacciones de la Derbi RSA, configurando “los ajustes más blandos que permiten hacer la moto más flexible. Los neumáticos también son de un compuesto más blando, que permite un mayor agarre a una menor temperatura de funcionamiento (60ºC en lugar de los 80ºC ó 100ºC que alcanzan en seco), sin degradarse tanto como cuando el asfalto está mucho más caliente.” Los neumáticos que se utilizan son además rayados, para permitir evacuar el agua y que la rueda no resbale.

 

 

Y respecto al material que le viste y protege, Marc comenta que “también varía el equipamiento en estas condiciones. La visera del casco, por ejemplo, en lugar de ser oscura para evitar que el sol deslumbre al piloto, es totalmente transparente, para mejorar la visibilidad en condiciones de lluvia”. En la parte interior cuenta además con un anti-vaho, una segunda capa de plástico, para evitar que con la humedad se entele e impida la vista del piloto. La visera cuenta además con una goma superior que evita que el agua pueda entrar en el casco.

 

 

Las deslizaderas, que se utilizan para tocar con la rodilla en el asfalto y tener una referencia sin que se rompa el mono, “se cambian por unas de mayor grosor, puesto que cuando llueve, la inclinación de la moto es menor y de esta forma es posible tener la referencia antes que con las deslizaderas convencionales”. Sobre el mono utilizan un traje de agua, una cubierta de plástico transparente que tiene que ir muy pegada sobre el cuero para evitar que se hinche por el efecto del aire y la velocidad. Se compone de dos partes, una para el tronco superior, y unos pantalones. “Normalmente se utilizan sólo en casos extremos de mucha lluvia y su función es evitar que el agua entre dentro del mono y que el cuero la absorba, cogiendo más peso y haciendo el pilotaje más incómodo”.

 

 

Cuando llueve el estilo de pilotaje también cambia y “debe ser mucho más fino. Se requiere mantener mucho más la concentración, porque el mínimo error se puede pagar con una caída”. Se empieza a frenar antes de lo habitual, y al salir de las curvas se tiene que abrir el acelerador muy suavemente, porque es fácil derrapar. En cada circuito es importante fijarse en el tipo de asfalto, porque el nivel de agarre varía en cada pista. “Al principio hay que ir muy despacio, por lo menos durante las primeras vueltas, para asegurarse del nivel de adherencia de la pista”.

 

 

Esta temporada sin embargo la meteorología está respetando notablemente el Mundial de Motociclismo, que sólo ha tenido una jornada de lluvia. Por si las condiciones cambian, en el box de Marc Márquez están preparados, y se encomiendan al talento del piloto Repsol, que confiesa que “la lluvia no me gusta mucho, pero se me suele dar bien”.

 

 

Redacción: Dto. Prensa Repsol

Imagen: Dto. Prensa Repsol

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