Cristina Juarranz, lo que empezó como hobby le acabó dando la felicidad


Como ya otros casos conocidos, Cristina desde pequeñita sintió una especial devoción por el mundo del motor. Eso sobretodo se podía palpar en su entorno, su habitación estaba llena de scalextric, coches teledirigidos y otros juguetes a motor, que complementaba construyendo sus propios circuitos con diversos materiales que tenía a mano.

 

Pero, no fué hasta los dieciséis años cuando esta joven decidió empezar a buscar trabajo, compaginándolo con sus estudios para poder ahorrar y sacarse el permiso de conducir. Luchadora desde sus inicios, finalmente consiguió su objetivo y se compró una GS500. Como ya es de suponer, la moto en un inicio era todo lo que Cristina quería, pero poco a poco fueron surgiendo problemas de falta de frenos u otros. El mecánico entonces, le dijo que la moto estaba en perfecto estado y que el problema era ella así que decidió dar un paso hacia delante y se compró una GSXR600.

 

Con esta nueva moto, ella fue cada vez más aficionándose al mundillo de las dos ruedas hasta que, al cabo de un año, su suegro la invitó a rodar en circuito. Desde ese momento Cristina supo que aquel era su lugar, que ''esa era su razón de ser''. Por ese mismo motivo siempre que el bolsillo y el tiempo se lo permitian, ella encontraba un hueco para seguir aprendiendo y seguir notando como aquello era lo que realmente le divertía y le daba vida.

 

Afortunadamente al cabo de no mucho tiempo, en una de sus escapadas al circuito de Alcarràs, un equipo de Donosti le ofreció trabajo como monitora en pista. Para ella eso fue lo mejor que le podría haber pasado nunca, le iban a pagar por enseñar algo que realmente amaba, y eso le daba una enorme satisfacción.

 

Poco a poco Cristina fué continuando su andadura en el mundo de las dos ruedas. El Octubre pasado, tubo la oportunidad de acudir al primer Woman Training Camp, una serie de entrenamientos con chicas piloto a nivel internacional en el circuito de Albacete. Gracias a ello, realmente pudo darse cuenta que su nivel de pilotaje era el adecuado para poder por fin iniciarse en competición oficial. Pero no solo eso le invitó a dar el paso, el hecho de ver que ''luchaba'' contra mujeres que competían de verdad le hizo acabar de coger el gusanillo de la competición.

 

Por esos mismos motivos, este año ha decidido probar suerte en el campeonato Zona Norte para en un futuro poder correr también la Copa de España.

 

En la pista, a Cristina se le conoce más como crispi. Cariñosamente su hermano mayor se lo puso hace muchos años, y eso le hace sentirse más arropada y tranquila una vez está en competición. Con todo lo que nos ha contado no dudamos que conseguirá cumplir todo lo que se proponga, ya que no le faltan ni ganas ni talento. Desde este breve repaso a su trayectoria le damos todo nuestro apoyo para que siga luchando por sus sueños y sobretodo, para que nunca deje de lado aquello que le hace feliz; las dos ruedas.

 

Además, le agradecemos que nos haya concedido esta entrevista que os dejamos aquí completa, para que podáis seguir disfrutando con todo lo que nos cuenta:

Paddock Motociclismo: Hola Cristina, empezamos con la primera pregunta: Cuando te iniciaste en este “mundillo” con tu primera moto, ¿gozaste del apoyo de tus familiares cercanos y amigos? 

Cristina Juarranz: Siempre he sido la hija responsable de la casa, por ejemplo siempre cuidaba a mi hermano pequeño cuando mi madre faltaba, apenas salía de fiesta y si lo hacía siempre estaba a mi hora. Partiendo de esto, cuando conseguí reunir el dinero suficiente y les dije que me iba a comprar una moto de 500cc ellos no tenían ni idea de lo que era, ya que en mi familia no ha habido ni hay ningún moter@ y además sabían que la iba a usar con cabeza, así que yo diría que su posición al principio fue de indiferencia. En referencia a mis amig@s, ellos lo llevaron más que bien. No recibí tanto apoyo cuando al poco de comprarme las GS500 quise cambiar a la GSXR600, tod@s insistían que era mucho, que debía dar un paso intermedio, pero no me convencieron. De hecho, basta que me digan que no puedo para que lo hiciera con más ganas, y no me equivoqué.

 

P.M: Tal y como vemos, apoyo en un principio no te faltó pero, ¿Lo tienes hoy en día?

C.J: Hoy día hasta les hace ilusión verme correr, procuran ir a todas las carreras que pueden mis hermanos, amig@s, ti@s, prim@s e incluso mi madre. Aunque confiesan pasarlo bastante mal, sobre todo cuando me “enzarzo” en pista con alguno. Pero están ahí y eso me encanta.

 

P.M: Como nos has contado tu hermano mayor te puso un apodo. ¿Por qué Crispi? 

C.J: Mi apodo viene porque era una “moustro de los crispis” podía comerme una bolsa entera de cereales sin pestañear, siempre he sido una glotona, menos mal que soy un culo inquieto!

 

P.M: Siempre se ha hablado mucho de las diferencias entre hombres y mujeres especialmente en este deporte. ¿Qué opinas tu al respecto?

C.J: Ya sea por razones sociales o simplemente corporales, hoy día, en mi opinión más sincera, son las mujeres las que tienen más facilidad para este deporte socialmente hablando, el hecho de ser menos hace que la gente se fije más en tí, lo diferente llama la atención, aunque cada vez somos más y se está convirtiendo en algo “normal”. Físicamente, creo que podemos estar al nivel, de hecho se está demostrando. Creo que la balanza se equilibra, nosotras solemos pesar menos, pero por otra parte solemos tener menos fuerza.

 

P.M: Vayamos a la otra gran pregunta entre sexos. ¿Has sentido que alguna vez te hayan tratado diferente por el hecho de ser mujer?

C.J: No, por parte de organización de carrera y federaciones nunca, siempre me han tratado como un piloto más. Pero sí que me han faltado al respeto otros pilotos. He tenido que escuchar más de una tontería, y curiosamente siempre de pilotos que dejo atrás, pero como no soy muy guerrera fuera de pista… hago “oídos sordos”, las cosas se demuestran en carrera. La verdad es que general, mis compañeros del Campeonato Zona Norte me tratan muy bien. Aunque suene a tópico, al  final nos acabamos convirtiendo en una pequeña- gran familia, pero eso no hace que ceda nadie ni un centímetro en pista.

 

P.M: Sabemos que siempre las primeras sensaciones son las más importantes, así que cuéntanos qué sentiste cuando por primera vez tubiste la oportunidad de pisar un circuito montada en tu propia moto.

C.J: A pesar de estar (permíteme la expresión) acojonada, me temblaban hasta las pestañas, fue una sensación increíblemente buena. Lo primero que pensé fue: qué maravilla nadie viene de frente, puedo usar “toda la carretera”! Podía notar todo lo que pasaba en mi moto y en  mi interior, era perfecto, no quería parar. Recuerdo pensar en cómo podían llegar a agarrar tanto unos neumáticos, qué sensación! Desde entonces no he podido parar.

 

P.M: Hemos hablado del pasado, ahora vayamos al futuro. ¿Preferirías competir siempre con mujeres o llegar a otras competiciones como el mundial de velocidad?

C.J: Claro que me gustaría llegar al mundial, aunque sé es un sueño imposible. No soy partidaria de los campeonatos sólo para mujeres, sería faltarles al respeto a chicas de la talla de Ana Carrasco, María Herrera, Shelina Moreda… que están luchando con los hombres y nos están demostrando que sí que se puede.

 

P.M: Por lo tanto por ahora, ¿Con qué campeonato te quedas para competir?

C.J: La copa de España.

 

P.M: Y ahora hablemos de disciplinas. ¿Prefieres la velocidad o te gustaría probar otras disciplinas como el enduro o motocross?

C.J: Claro, sin duda, pero apenas me llega el dinero para entrenar en lo mío, que sólo he hecho dos entrenos este año y las carreras. Alguna vez, amigos y conocidos me han dejado alguna vuelta con sus motos de enduro y me encanta, todo lo que sea dos ruedas…me pirra.

 

P.M: Para ya ir acabando, cuentános sobre qué te hace sentir tu pasión por las motos.

C.J: Lo que siento encima de la moto, sin duda, soy feliz encima de ella y además, la sensación de estar formando parrilla junto con tus compañeros, y el hecho llegar a la meta, haber luchado y dado todo durante la carrera para al final fundirte en abrazos con tus compañeros que sabes que tienen la misma sensación que tú…es indescriptible, es para vivirlo.

 

P.M: Hemos visto pocos casos como el tuyo, ya que, tubiste la oportunidad de hacer de monitora desde un buen principio. ¿Te gusta más enseñar o rodar tú en el circuito?

C.J: He tenido el privilegio de trabajar de monitora y me encanta enseñar, es muy gratificante. Aunque de momento lo he dejado porque prefiero rodar yo, en un futuro no muy lejano tengo la idea de continuar lo que empecé y dedicarme a enseñar a jóvenes y no tan jóvenes pilotos 

 

P.M: Y para finalizar, un consejo para las que empiezan...

C.J: Bueno, dado que este es mi primer año compitiendo, no sé si seré buena consejera. Pero mi consejo sería decirles que podemos, podemos estar ahí delante, así que luchar por ello y gasss!

 

Por Cristina Nierga