El viernes en los libres fue la primera vez que se subió a esa moto pero esto no fue ningún impedimento para él. Iker Lecuona se está mostrando como el piloto valenciano de Velocidad con más
proyección. Durante toda la temporada está compitiendo en el nacional de Supermotard en la categoría SMRoad (solo asfalto) y es el líder de la general por delante de otros que llevan más años
rodando en esta especialidad. La semana que viene, sin ir más lejos, puede proclamarse campeón de España 2015.
Pero sus buenas actuaciones no terminan aquí. A mediados de septiembre debutó en el Campeonato de España de Velocidad en Cheste gracias a que el mundialista Julián Simón le dejó una moto de 600cc
y aunque tuvo bastantes problemas que le impidieron clasificarse mejor en carrera, aprendió y dio muestras de que es perfectamente competitivo en esa categoría.
Este fin de semana ha llegado la guinda del pastel e Iker ha participado en el FIM CEV Repsol en Moto2 con el equipo Swiss Junior Team Moto2 que le ha dado la oportunidad de estar en Navarra
rodando en el que es el Campeonato previo a cualquier Mundial de Velocidad, ya sea MotoGP o SBK.
Desde el principio el valenciano se sintió muy cómodo con la moto y marcó buenos tiempos ya en las primeras tandas libres, algo que no pasó desapercibido. El viernes lo pusieron todo a punto para
los importantes cronometrados del sábado. En el primero se clasificó undécimo con un 1:43.602 y a 1.918 del líder. En el segundo no pudo mejorar el crono y se quedó un poco más retrasado
haciéndose con un décimo quinto puesto para la parrilla de salida. Con 30 pilotos participantes y siendo su debut, no estaba nada mal.
El día grande fue el domingo. La categoría de Moto2 tuvo dos mangas. En la primera fue adelantando a sus rivales conforme pasaban las vueltas. Cada vez se sentía mejor y con más ganas de cruzar
la meta en una buena posición. Y lo consiguió. Fue noveno. En la segunda todavía se superó, rodó más rápido y vio la bandera a cuadros octavo. Con estos dos resultados Iker ha demostrado que es
la mayor promesa de la velocidad valenciana, un diamante que se merece recalar en buenas manos y ser cuidado.
Redacción e imagen: ValterPress
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