Marcas Españolas: Sanglas

Tras finalizar la Guerra Civil, en España se vivían tiempos de carencias industriales importantes y era difícil abrirse paso en el mundo de la fabricación de motocicletas ya que la mayoría de fábricas iban destinadas a la unión de piezas traídas de otros países.

A pesar de ello, dos estudiantes de ingeniería de Barcelona, con la ayuda de su padre que trabajaba en la industria téxtil, decidieron emprender un largo camino dentro de la industria nacional y darle forma a sus ideas de realizar una motocicleta de gran cilindrada y poderla distribuir y vender en el mercado como otra opción a las marcas ya conocidas como BMW, etc.

De esa manera en el año 1942 se creó la marca Sanglas, y a partir de ese momento los hermanos Javier y Martín empezaron a diseñar los diferentes prototipos de motos y a la vez hicieron un estudio de todos los aspectos a mejorar de los otros modelos de motocicletas que había en ese momento en el mercado. Establecieron su taller, Talleres Sanglas, S.A. y localizaron su planta de producción en el PobleNou (Barcelona), y empezaron a trabajar con una plantilla de cien trabajadores.

Sus primeras ventas al público fueron a partir de 1946 y fue a partir del año siguiente cuándo empezaron a llevar a cabo sus primeras entregas formales. En menos de dos años la marca vendió unas 200 unidades. En ese momento, las Sanglas eran un modelo que tenía por una parte un fuerte chasis cogido de las motocicletas inglesas, y por otro lado un motor inspirado en las alemanas.

Durante más de tres años los hermanos Sanglas realizaron numerosas pruebas y consiguieron que su primera motocicleta tuviese una cilindrada de 347,75cc, hasta que en octubre de 1952 sacaron su primera motocicleta de 500cc.

Años después, en 1958 consiguieron aumentar sus ventas hasta conseguir producir 500 modelos por año y gracias a ello tuvieron que cambiar de lugar la planta de producción. Se trasladaron a una fábrica más moderna en L’Hospitalet del Llobregat (Barcelona).

Aunque la marca iba creciendo de manera positiva, a finales de los años cincuenta surgió la llamada fiebre de las cuatro ruedas y eso causó ciertos problemas en las ventas de las motocicletas, ya que en 1960 solo se matricularon 247 unidades.

Ahora bien, Xavier Sanglas, a partir de los años sesenta hasta 1970 ideó una segunda marca comercial de motocicletas llamada “Rovena”, bajo la cual llevaron a cavo la fabricación de modelos Sanglas con el objetivo de hacerle frente a la crisis causada a partir de la aparición del SEAT 600.

A la vez, los hermanos Sanglas siguieron con la fabricación de nuevos diseños y fue a mitad de los años sesenta cuándo la producción anual creció hasta alcanzar las 2.500 unidades vendidas. Pasados los años la marca siguió centrándose en su motor de 300cc y en desarrollar sus diferentes prototipos.

En 1973 la demanda de motocicletas aumentó de manera importante pero dentro de esas ventas la marca Sanglas sólo matriculó 474 unidades, la cual cosa dio a entender a los fabricantes que sus motocicletas estaban faltas de prestaciones en comparación con otras marcas italianas y, sobre todo, japonesas.

Gracias a ello, en 1975 se optó por presentar un nuevo modelo de 750cc y al año siguiente se presentó la 500 S, la cual fue comparada con la Yamaha SR 500 por su gran rendimiento. En 1978, vista la buena acogida que tuvo el último modelo, se lanzó al mercado la 500 S2 y eso hizo que Javier Sanglas viajase hasta Japón y llevase a cabo un acuerdo con la marca nipona Yamaha el cual implicaba la importación de 3.000 motores bicilíndricos de 400cc a cambio de un buen número de exportación de motocicletas.

La marca consiguió en 1979 vender 3.000 modelos dotados de los motores nipones, pero mejorados estéticamente, ahora bien, no consiguieron alcanzar las supuestas exportaciones por un precio menor que la Yamaha. Ese mismo año la marca presentó la versión de la 500 S2 5V, de cinco velocidades, y al año siguiente consiguió mejorar la puesta a punto.

No obstante, dejando de lado la actividad que tenía Sanglas, no consiguió rentabilizar la inversión que hizo en un principio y decidió hacer la venta de la marca al banco Banesto. La intención fue aumentar el valor de ésta antes de realizar la venta a los japoneses que llevaban años intentando entrar en el mercado español. Sanglas finalizó por completo la producción de la 500 S2 V5 el día 5 de abril de 1989.

De esa manera, ese mismo día fue el fin de la marca Sanglas y el capital se lo quedó la empresa Yamaha, la misma que encontró en los talleres de L’Hospitalet una gran oportunidad para alcanzar el mercado español y europeo, y conseguir que sus productos, fabricados a un menor coste, entrasen a formar parte de ese mismo mercado. Así se dio paso a Yamaha Motor España, S.A.

Las motocicletas Sanglas han pasado a la historia como aquellos modelos que durante décadas los hicieron servir los agentes de la Policía Local y los de la Guardia Civil Española, además del Ejército Español y la Cruz Roja. Y no solo eso, sino que fueron las más grandes y potentes que recorrieron las carreteras del Estado Español en la época franquista.

El primer prototipo que hicieron fue en 1944 conocida como Sanglas 350cc bitubo, pero no fue hasta pasado un año cuando la mostraron en la Feria Oficial de Muestras de Barcelona. Hasta 1947 aparecieron diversas realizaciones: 350/A, 350/B, 350/2, 350/3 y 350/4.

Sanglas 350

En 1956 fue cuándo José Raja participó en las 24 horas de Montjüic con una motocicleta Sanglas. Él mismo fue desarrollador de los prototipos de la marca y director de investigación. Al año siguiente se presentó en Barcelona un nuevo diseño de moto, mucho más ligera, con motor de 25 CV y con sidecar. Además, al año siguiente se presentó un nuevo modelo con 25 CV y sidecar.

También fueron importantes los modelos que se sacaron al mercado bajo la marca “Rovena” en el año 1963, la Rovena 250 cc y la Rovena 250 cc Sport. Pasados unos años se fabricó un tercero de 325 cc.

En 1964 fue el año en que apareció la Sanglas 400 cc, la motocicleta más pequeña y ligera que hasta ahora se había producido. Su producción fue hasta finales de 1973. También hubo un modelo que mantuvo su producción hasta ese año y fue la 400 T, la cual apareció en 1971.

A pesar de ello, en 1973, tomando como base la 400 T se desarrolló la 400 E. Ésta fue la primera motocicleta Sanglas provista de arranque eléctrico y de una doble bomba de aceite, que suministraba suficiente lubricación y refrigeración al motor.

Pasados tres años se presentó el modelo 500 S, con una idea inventada por la propia marca, los frenos de disco “In Board”. A la vez también se modificó la 400 E para dejar paso a la 400 F. 

Y fue en 1978 cuándo se lanzó al mercado la 500 S2, motocicleta que también se comercializó como Sanglas 400 Y bicilíndrica con motor Yamaha XS 400, y pasado un año apareció una versión con cinco velocidades, la 500 S2-V5, la cual presentaba todas las características principales de la marca: robustez, diseño, fiabilidad y calidad.

Éste fue el último modelo fabricado por Sanglas, y a partir de ese momento la fábrica pasó a hacer la producción únicamente de modelos Yamaha. Sanglas 400 T.

Por Déborah Llansà