En la quinta etapa del Dakar 2014 Jorge Gómez se vio obligado a abandonar por un problema estomacal, que ya le venía perjudicando desde que saliera en Rosario. Este problema le dejo tan agotado que tuvo que pedir evacuación a la organización, quienes le llevaron de forma inmediata en helicóptero al campamento de Tucumán.
A pesar de salir sin consecuencias de la segunda etapa de las dunas de Nihuil con un gran esfuerzo, llego una tercera etapa con circunstancias todavía más duras, que ya estuvo a punto de dejar fuera a Jorge. Ya que en la Cordillera de Los Andes, estuvo a punto de perderse con otros pilotos, “junto a otros pilotos de motos descendimos por un precipicio muy peligroso, en el que muchos pilotos se han accidentado hasta un barranco aislado”, declaraba Jorge. Afortunadamente la organización los localizo y les indico el camino. A su llegada Jorge ya inició con arcadas y sin poder cenar.
Al día siguiente tuvo lugar la cuarta etapa, entre San Juan y Chilecito, donde finalizo en 81º posición de la jornada a pesar de su condición física. Y finalmente, en la quinta etapa fue el momento en que Jorge en busca de agua, encontró una pequeña vegetación donde se coloco a la espera de que la organización pudiera ir a por él, y donde a causa del cansancio quedo dormido. Afortunadamente, paso por allí el coche de unos participantes que aviso de forma inmediata a la organización, quien dispuso todo para trasladarlo hasta el campamento y de este modo poner fin a la competición, pero rencontrándose con su querida esposa Carolina.
Jorge Gómez: “Le he visto las orejas al lobo, llevaba días sin poder alimentarme correctamente. Ni por las noches, por las mañanas podía tomar alimentos correctamente. Me paré en una zona de arena, ya no podía más. La temperatura pasaba de los 46º y no corría nada de aire. Veía pilotos perdidos y deshidratados por todas las partes. Avise a la federación pero estaban desbordados, así que mientras esperaba me puse de cuclillas entre unas remas que pude encontrar, donde me quede totalmente dormido por el agotamiento y gracias a uno de los coches de la carrera, que paso por allí y activo todas las alarmas la organización vino a rescatarme y llevarme al campamento de Tucumán”.
Redacción: Nana Castillo.
Imagen: de libre distribución.
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