La 33ª edición del Rally Dakar comenzó ayer en la ciudad argentina del Mar del Plata y lo hizo de la peor manera posible: Jorge Martínez Boero perdía la vida en la primera etapa.
El piloto argentino sufrió una fuerte caída en el kilómetro 55 de la primera especial que le provocó un paro cardiaco consecuencia de las graves heridas en el tórax que le produjo la fatal caída. Dos kilómetros, sólo dos kilómetros separaban a Boero de la meta cuando perdió el control de su Beta número 175. Dos kilómetros tras los cuales el argentino hubiera marcado su crono en la primera etapa, pero que no llegó a completar.
Martínez Boero nació el 3 de Julio de 1973, y a sus 38 años se disponía a participar en su segundo Dakar. En su primera participación, en 2011, Boero tuvo que retirarse en la quinta etapa tras una caída en Iquique. Una caída ayer le retiró para siempre de eso que tanto amaba: pilotar en el Dakar. Boero murió cumpliendo un sueño, como muchos otros que han perdido la vida en el rally-‘raid’ más importante del mundo.
El Dakar pierde de nuevo a un piloto, a otro valiente que puso sus ganas e ilusión en superar las dificultades que entraña el Rally, esas dunas interminables, que acaban este año con el deseo de llegar a Lima tras 15 días de superación. Jorge quedó por el camino, pero su recuerdo dará fuerzas a todos los pilotos que afrontan esa gran aventura llamada Dakar. Este año se disponía a relatar por Twitter su aventura. Su último tweet: “Voy a darlo todo. Lo que no mata fortalece”. D.E.P
Redacción: Alex López-Rey
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