Superamos el ecuador del campeonato con dificultades

Dani llegaba a la tercera prueba de la temporada, que se disputaba en el circuito de Montmeló, con muchas ganas y esperanzas, ya que es un circuito que le gusta.


Como viene siendo habitual, la primera jornada de entrenamientos fue la del viernes. En la primera tanda libre noto un dolor en el antebrazo derecho y que tras cinco o seis vueltas seguidas se quedaba sin fuerza para poder frenar, acelerar o incluso agarrarse a la moto.


Tras la esta primera sesión Dani visito la clínica del circuito donde no pudieron concretar un diagnostico exacto, pero barajaban posibilidades como una fuerte tendinitis o un comienzo de síndrome compartimental. Y esto hizo que las ganas y posibilidades de Dani desvanecieran.


El sábado llego la sesión de entrenamientos cronometrados, donde las suspensiones volvieron a dar quebraderos de cabeza que sumado al problema del brazo hizo que Dani no pudiera obtener mejor plaza que la decimoséptima.


De cara a la carrera del domingo el simple objetivo era intentar aguantar hasta el final de carrera, hecho que Dani pudo superar. Hizo una estupenda salida haciendo que en el primer paso por meta fuera séptimo, saliendo desde la decimoséptima plaza. Pero la alegría de esa gran salida y fantástica posición duro tan solo seis vueltas cuando empezó a notar que se quedaba sin fuerzas en el brazo y eso hizo que se tomara la carrera con calma y volviera a su objetivo inicial, finalizar la carrera.


A pesar de que no poder casi ni poder frenar y de sufrir muchísimo Dani finalizo en una fantástica decima posición.


Ahora llega el parón veraniego, en el toca recuperarse y descansar, sin olvidar de prepararse para la próxima cita que tendrá lugar en circuito de Albacete el 11 de septiembre.


Dani Arroyo: “Llegaba a Montmeló con muchísimas ganas y esperanzas, porque es un circuito que me gusta mucho. El viernes en la primera tanda empezó a dolerme el antebrazo derecho y a la que daba varias vueltas seguidas me quedaba sin fuerza para frenar, o acelerar o incluso sujetarme a la moto. Fue al hospital del circuito y no sabían exactamente que era pero decían que podía ser entre una tendinitis muy fuerte o inicio de síndrome compartimental. En ese momento mis ganas se quedaron en nada. Al día siguiente en los cronos tuve muchos problemas con las suspensiones y solo pude ser decimoséptimo. El domingo no sabíamos si iba a aguantar en carrera. En la sexta vuelta note que empecé a quedarme sin fuerzas en el brazo, lo que me hizo calmarme un poco e intentar aguantar toda la carrera. A pesar de que las tres últimas vueltas sufrí mucho ya no por el dolor si no por el no saber si conseguiría parar la moto en la próxima curva. Ahora hay parón veraniego y toca prepararse para darlo todo en las dos ultimas carreras”. 

 

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