Los héroes de Estoril

El pasado domingo salió a relucir el valor del equipo que hay siempre detrás de un piloto. Marc Márquez puede dar fe de ello después de lo que vivió en Estoril.

 

Son los detalles los que distinguen a los buenos, de los mejores. Fracciones de segundo, las que separan derrotas de victorias. La entrega, la pasión y la solidaridad son los ingredientes que convierten los fracasos en proezas. Y cuando el pasado domingo Marc Márquez se caía camino de la parrilla de salida, su trabajo y aspiraciones al título mundial se desplomaron en un instante como un castillo de naipes. Sin embargo, en unos minutos frenéticos enfrente del box del piloto Repsol, un grupo de mecánicos obró la gesta de reconstruir su moto y devolverlo a la línea de salida para defender su liderato. 

 

 

Entre la confusión propia de una carrera interrumpida por la lluvia, los nervios inherentes a la salida en una prueba del Mundial de Motociclismo y la tensión de un título en juego, la imagen de Marc Márquez agarrado al manillar de su moto azul y naranja, revolcándose por la tierra de Estoril instantes antes del inicio de la prueba, dejó atónitos a todos cuantos presenciaban la escena por televisión. Con el carenado a rastras, el escape de su moto destrozado y las pulsaciones desbocadas, Márquez retomó el camino de boxes para reparar lo que fuera posible y poder tomar la salida, para así luchar por unos puntos vitales en el campeonato.

 

En ese momento, todo el equipo del piloto Repsol, los mecánicos de su compañero de equipo, e incluso varios mecánicos de otros participantes se echaron sobre la pequeña moto de Márquez, mientras él, junto a Emilio Alzamora, trataba de serenarse en el interior del box. Aki Ajo -propietario y director del equipo, y jefe de mecánicos-, Patrick -telémetrico de Marc-, Purkke y Tomás -mecánicos de Marc-, Guille -mecánico en prácticas-, Stephan, Paolo y Guille -telemétrico y mecánicos de Sandro Cortese-, y otros tres mecánicos del equipo de Alex Debón, e incluso uno del equipo de Antonio Banderas, se echaron sobre los pedazos rotos de la Derbi RSA que tantas satisfacciones les ha dado esta temporada, reparando manetas de embrague y freno, carenado, colín y escape en menos de tres minutos que se hicieron eternos.

 

Finalmente la moto con el 93 en su frontal quedó reconstruida por las hábiles manos del equipo Ajo Motorsport, y Márquez se pudo dirigir a la salida del pit lane para unirse, in extremis, al pelotón del Mundial, que emprendía la vuelta de calentamiento. La pasión y el cariño por este chico de Cervera (Lleida), que apenas tiene 17 años, se habían confabulado para darle una segunda oportunidad. La unión de una familia que empezó a forjarse a principios de año en Finlandia, cuando el piloto Repsol viajó a la sede del equipo para conocer a sus nuevos compañeros de este largo viaje, pilotar sobre motos de hielo, y sobre todo, compartir divertidos momentos junto a Aki Ajo y el resto de su equipo, fraguó una complicidad y una confianza que han permitido al piloto Repsol crecer, carrera a carrera, a pasos agigantados. Dos finlandeses, un alemán y dos españoles han formado el reducido equipo sobre el que Marc Márquez se ha sustentado a lo largo de la que está siendo una intensa temporada.

 

Aki AJO >> Director del equipo

 

Diez veces campeón de Finlandia de motos sobre hielo y piloto del Mundial en alguna carrera, Aki Ajo montó su propio equipo en el año 1997, y en 2002 desembarcó en el Continental Circus con un diamante en bruto llamado Mika Kallio, que llegó a ser subcampeón dos años seguidos. En la temporada 2008, llevó hasta el título mundial al francés Mike Di Meglio, y esta temporada, a sus 42 años, su camino se ha cruzado con el de Marc Márquez.

“Ha sido muy bonito conocer y trabajar con Marc, porque un piloto con un talento tan grande y con tantas ganas de aprender, no se ve cada año. Además, pese a tener sólo diecisiete años, te da la impresión de que es mucho mayor por la madurez con la que piensa y razona. Siendo un chico tan especial, tienes que recordar que sigue siendo un piloto muy joven”.

 

Emilio ALZAMORA >> Mánager

 

Nacido en Lleida en mayo de 1973, Emilio Alzamora se convirtió en uno de los frenadores más espectaculares de la categoría de 125cc. de mediados y finales de los noventa. A sus buenas manos les llegó la recompensa en la temporada ‘99, año en el que se alzó con el Campeonato del Mundo de 125cc. Tras retirarse en 2003, pasó a trabajar con nuevas promesas del mundo de las dos ruedas, y hace dos años regresó al Mundial, esta vez al lado de Marc Márquez.

“Nuestras expectativas al principio de esta temporada desde luego que no eran estos resultados. Para mí, lo que ha hecho Marc es demasiado. Tantas victorias y tantas ‘poles’ le han convertido en la referencia de la categoría, el listón al que se han medido los demás, y en parte ha sido gracias al gran trabajo de Aki Ajo y su equipo. Desgraciadamente, falta esa suerte que perseguimos, pero para mí, gane o no, ya ha demostrado lo que tenía que demostrar”.

 

Patrick UNGER >> Telemétrico

 

Piloto de velocidad durante muchos años, este alemán de 28 años fue subcampeón de Alemania en el año 2004 en la categoría del octavo de litro, resultado que le permitió participar en 5 ocasiones como wild-card en Sachenring. Metódico y analítico, su interés por la telemetría le llevó en 2008 a debutar en el Mundial como telemétrico de Stephan Bradl, antes de conocer esta temporada al piloto Repsol Marc Márquez.

“Estoy disfrutando mucho de esta temporada, que está siendo perfecta. Estoy muy impresionado por la forma de trabajar de Marc; con apenas 17 años siempre está interesado en ver lo que sucede en la pista, y tiene claro qué es lo que busca en cada momento. Prepara minuciosamente cada carrera, entrenando, preguntando, comentando cómo mejorar. Su energía hace que todo el equipo se motive y trabaje todavía más duro”.

 

Jorma SAARINEN ‘PURKKE’ >> Mecánico

 

El primer mecánico del equipo Ajo Motorsport, ‘Purkke’, es un finlandés de 47 años que ha trabajado en el Campeonato finlandés, en el Europeo e incluso en el Campeonato de España de Velocidad. Enamorado de las motos y de su trabajo, entró en el equipo en el año 2002, y desde entonces ha trabajado con pilotos como Koyama, Cortese o Mike Di Meglio, con el que fue Campeón del Mundo hace 2 años.

“Me siento un privilegiado por estar trabajando con Marc. Lo que más me gusta de él es que es un chico totalmente normal, no va de estrella a pesar de la temporada tan impresionante que está haciendo, y no hay muchos pilotos como él. No es sólo el piloto del equipo, es uno más. Siempre se preocupa de que todo esté perfecto, incluso si estamos trabajando y hace falta limpiar el box, no tiene problemas en hacerlo sin que se lo pidas. Disfruta de donde está sin pensar en el dinero o en ser especial”.

 

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